“El jugador” es una obra eclipsada por “Crimen y castigo” basada en los amores destructivos y la pasión enfermiza hacia los casinos. Dostoyevski se disfraza con la piel de Alexéi Ivánovich y recrea mediante elementos autobiográficos, las vivencias de un jugador, que sin mucho esfuerzo, es obligado a jugar con el dinero de Pólina Alexándrova, femme fatale, de la cuál está enamorado. En esta gran obra podremos leer una moraleja nada críptica: En la vida como en el juego de la ruleta, a veces se gana y a veces se pierde, pero siempre te quedarás sin dinero.
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1 comentario:
Q gran razón dicha frase.
Las adicciones todas son malas, no hay ni una costumbre buena en el momento q se convierte en adicción.
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