lunes, 29 de enero de 2007

Ya descubrirás...



Yo lo soy todo, hasta formo parte de ti. Soy lo único cierto de este gran sueño que es la vida. Te rodeo, sin tenerte de momento, desde el ser más querido hasta el más anónimo. Todos desfilaron por mi senda y todos sin excepción desfilareis por ella. Sabes de mí pero no conoces ni uno de los secretos que te guardo. Piensa que estas solo ante mí, soy tu único juez y que mi sentencia es irrevocable y que está por encima de cualquier dios en el que te aferres. Estoy presente en tu intimidad más secreta, te observo mientras intentas dormir y duermes, estoy contigo cuando sueñas y te despiertas. Te acaricio y te acaricia un hielo subcutáneo, te hablo y deseas que me vaya pronto; cuando te arrope ya descubrirás, ya descubrirás…

Mide todo en segundos, que para mi no existe el tiempo. Ármate de paciencia, porque a mi me sobra. Discrimina si quieres, porqué yo no hago ni haré distinción. Llora, porqué haré que llores… Te dejo, me llaman. Ya nos veremos.

5 comentarios:

Rafa dijo...

Le gusta que escriban sobre ella. En occidente la recibimos de negro, en oriente, de blanco. ¿Quién tendrá razón? Lo sabremos en unos instantes, según ella. Mi verdad y la suya son diferentes, yo digo que serán años.
(Por cierto, sé que me lees, pero no te tengo miedo, a ti tanto como al dolor.)

Anónimo dijo...

Me ha encantado, muchas gracias. Amo tu literatura.

Anónimo dijo...

La soledad o la muerte (a Vicente Aleixandre)

Anónimo dijo...

Precioso...

Anónimo dijo...

No tengo palabras. Me emociona...